Es interclasista. Ha sido llevada por generales y campesinos. Artistas y palurdos; es compatible tanto con la azada como con la corbata.
La boina es sombra hecha prenda, que igual protege del frío que del sol; es como una capa de ozono portátil.
La boina es, en fín, una prenda útil, elegante, barata, popular, tradicional, ligera, manejable y flexible.
La boina, que es desde el siglo XVII, y junto con la barretina catalana, el único gorro propiamente hispánico que se ha mantenido hasta hoy como prenda popular y de uso común, corre ahora grave peligro de extinción por culpa de ciegas campañas de desprestigio hábilmente urdidas.
La boina puede llevarse mal, en cuyo caso llega a resultar fea, pero cuando la boina es de amplio vuelo y se lleva con la inclinación pertinente, es sin duda la prenda de cabeza más elegante del mundo.

 


¡Salvemos la boina!
Que no nos la arrebate esta Europa apóstata.
Si perdemos la boina, nada podrá impedir
que perdamos definitivamente la cabeza.